Convocatória para el Dosier Tematico ''Teoría de la historia después del giro lingüístico''
No hace tanto tiempo, la escena de la teoría de la historia estaba dominada por reflexiones sobre el giro lingüístico, desde eventos nacionales e internacionales hasta publicaciones en el campo. Los debates giraban principalmente en torno a la obra de Hayden White, a menudo etiquetado como relativista o posmoderno y, en momentos más maduros de la discusión, identificado como un autor que contribuyó a reflexionar sobre las dimensiones éticas y epistemológicas del texto histórico, no sólo considerando su dimensión formal-estética como «artefacto literario». Podemos decir que desde Metahistoria, en 1973, y El pasado práctico, en 2014, las obras del historiador estadounidense han marcado a varias generaciones en el panorama de la teoría de la historia. Tras su fallecimiento, ¿habría muerto también la fuerza del debate sobre el giro lingüístico y las filosofías narrativistas de la historia? No sólo la obra de Hayden White, sino también la de Louis Mink, Paul Roth, Frank Ankersmit y otros de los llamados narrativistas; ¿habría llegado a su fin la filosofía analítica de la historia con William Dray y Carl Hempel? Esta tradición de pensamiento en teoría de la historia parece haberse desvanecido. ¿Se ha agotado, ha llegado al límite de las conclusiones que podía alcanzar? ¿O siguen siendo válidas sus reflexiones? Con la aparición de nuevas reflexiones sobre la temporalidad histórica, como los trabajos de Zoltán Boldizsár Simon, los de Jouni-Matti Kuukkanen sobre la filosofía postnarrativista de la historia, las reflexiones sobre el Antropoceno y una visión epistemológica de la historia descentrada del núcleo europeo, parece que hoy han cobrado el protagonismo que en su día tuvieron la filosofía analítica de la historia y el giro lingüístico en el ámbito de la teoría de la historia. No obstante, en diversos ámbitos académicos también es posible encontrar estudios que profundizan y desarrollan el programa narrativista, extendiendo su alcance a otras formas de construcción del conocimiento histórico y de representación de los acontecimientos del pasado, como el cine y los medios digitales, pero que asimismo no renuncian a la potencia epistemológica-cognitiva de la historiografía. En este sentido, esta propuesta pretende ser un memorial de estas discusiones, pero no una necrología, valorando la vitalidad que estos debates aún pueden aportar al campo de la teoría y de la historia en su conjunto. Así, se espera que el dossier sea una valiosa oportunidad para que diferentes perspectivas se expresen y se pongan en diálogo, más allá (o al lado) de las corrientes teóricas y temáticas que puedan estar definiendo la dirección y/o la agenda de la investigación en el campo hoy en día.